martes, 30 de septiembre de 2014

No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas, Laura Norton

Buenas desde Cracovia!!

Aquí seguimos dando guerra a todo polaco/a que se pueda :P Hemos tenido unas semanas para adaptarnos y aún nos queda un poco por terminar de hacerlo, pero lo conseguiremos. De eso estoy segura. Ya lo publiqué en mi perfil privado de Instagram y Facebook: “La vida es dura pero nosotras lo somos más” :)

Bien, pues vamos al lío! Os traigo una nueva entrada del último libro que me he leído, de un título espectacular, que ya habréis visto: NO CULPES AL KARMA DE LO QUE TE PASA POR GILIPOLLAS. Y en cierto modo tiene una razón pasmosa! Jaja
El libro me lo he leído esta vez en mi Ebook. Aunque prefiero libro en formato tradicional, no me puedo traer toda mi biblioteca a Polonia! Jaja
Este libro lo descubrí paseando por La Casa del Libro viendo qué libros me gustaría leer (he de confesar que esta librería, o cualquiera, son mi perdición; casi siempre acabo cayendo y compro algún libro, y siempre me apunto títulos de los que me gustaría leer...imaginaros la lista que tengo!). Y cuando me acabé el anterior, me decidí por este por su título. Y no me ha pasado como “La invención de la salchicha al curry” (gran título, libro mediocre): este no ha defraudado para nada.

El argumento trata de una chica llamada Sara, de profesión plumista (ya descubriréis qué profesión es si leéis el libro :P), que habla de su vida actual y de su historia de amor. Estudió la carrera de Químicas, pero al terminarla, decidió que quería comenzar un negocio, en el que la precedió su abuela paterna. Cuenta al principio del libro que de adolescente estaba enamorada hasta el tuétano de un compañero de su Instituto, Aarón, y en el mejor momento, él desapareció de allí, de su vida y parecía que de la faz de la Tierra. No volvió a saber de él. Obviamente ella hizo su vida y conoció a su actual novio, Roberto. Y lo que ella pensaba es que tenía la vida casi resuelta, no como su hermana de 20 años, que estaba empezando su carrera de modelo, aún una cría. Lo que ella no sabía es que pronto todo le iba a dar un vuelco. Y hasta ahí puedo contar!

A mí me ha parecido un libro increíble. A lo mejor es una lectura típica para chicas, pero no es una novela como las clásicas de amor. Supongo que como lo ambienta en un momento actual, y no todo es tan ideal como en las películas de Hollywood (¡qué daño ha hecho! Esas, y Disney), que todas y todos tenemos problemas, que a veces no se pueden resolver y otras, la mayor parte de los casos, tienen solución, a corto o largo plazo. No sabemos qué nos depara el destino, pero, tal y como reza el título, no culpemos al Universo, o a quien queramos culpar, de lo que nos pasa, porque los únicos que tomamos decisiones somos nosotros, por mucho que nos guste quitarnos las culpas y hacernos las víctimas. Que todo pase por algo es una cosa, y otra es que ese todo lo dejemos en manos del Karma. Los que mandamos somos nosotros. Como decía el poema de Invictus: “Soy el dueño de mi destino, soy el capitán de mi alma”.
Y oye, ¡que me he puesto filosófica! El caso es que el libro es bueno. A mí me ha gustado mucho.

Sólo tengo dos pegas, y más que nada son pegas que me han dolido profesionalmente. El novio y el padre de la protagonista, Sara, son arquitectos. Vale, hasta ahí genial. Compañeros de trabajo. Pero...que la autora atribuya la fiesta universitaria por excelencia, San Cemento, a los de Arquitectura, y que en el libro, los arquitectos sean los que más saben de estructuras, y que no llamen a un aparejador, me toca la moral y mucho. Pero quitando eso, una maravilla de libro ^^

Recomendado al 80%!! (No lo recomiendo al 100% por lo de los arquitectos y los aparejadores...hay cosas que duelen)

Hasta la próxima!! Besos y abrazos desde las frías tierras ya, del Este Europeo!


Casandra.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario